Repasa las peculiaridades locales y regionales que hacen de la Semana Santa “una manifestación con una gran diversidad de valores culturales”.
El portavoz de Cultura del Grupo Popular, Juan de Dios Ruano, defendió hoy en nombre del GPP que se declare la Semana Santa como manifestación representativa del Patrimonio Cultural de España, a fin de “salvaguardar una forma de ser, de sentir y de vivir de una manera peculiar que es distinguida y reconocida en el mundo entero como característicamente española”.
En su intervención durante la reunión de la Comisión de Cultura con motivo de la defensa de dicha iniciativa, el parlamentario popular destacó que “si hay una expresión cultural distintiva de esa forma de ser, de sentir y de vivir de una manera característicamente española, esa es la Semana Santa”.
“Y tanto es así”, prosiguió Ruano, que “en el tiempo que media entre la presentación en el Registro del Congreso de esta Proposición no de Ley y su defensa oral en el día de hoy en Comisión, el propio Consejo de Patrimonio Histórico ha tomado la iniciativa de que esta manifestación cultural, religiosa y social sea de las primeras expresiones de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial en ser considerada digna de ser legítimamente declarada y preservada como una manifestación representativa del Patrimonio Cultural de España”.
Ahondando en las peculiaridades de la Semana Santa, Ruano destacó que “no existe un único modelo de celebración de la Semana Santa, sino que se trata de una manifestación con múltiples variables y que comprende una gran diversidad de valores culturales; desde su función como forma de expresión de la religiosidad popular, a su papel como marcador identitario de comunidades y localidades”.
“Las cofradías y hermandades, además de ser colectivos activamente protagonistas de la Semana Santa, muestran una gran capacidad de estructuración social y son diversas las formas de sociabilidad que se observan en ese periodo temporal”, explicó, haciendo hincapié en que “los aspectos materiales de esta celebración (imaginería, orfebrería, bordados…) son, en muchos casos, de un gran valor no sólo simbólico o de gran atractivo turístico y empleo, sino también excepcionales por su extraordinario valor artístico”, como los casos de las obras religiosas de los escultores Juan de Juni, Pedro Berruguete, Gil de Siloé o Salzillo.
Ruano repasó las Semanas Santas locales comenzando por “el silencio y la austeridad castellana”, como ocurre en las procesiones de León, Toledo, Zamora, Salamanca o Valladolid; “las características y ruidosas tamboradas” de Calanda (Teruel) o Hellín (Albacete), con hasta 20.000 tambores; la de Cartagena, “con miles de personas cantando al final de cada cortejo en honor a la Virgen”; la de Lorca (Murcia), “con personajes y escenas de la Biblia y de antiguas civilizaciones”; la de Cuenca, que “destaca por sus turbas y colorido”; o “las miles de hojas de palmeras que se agitan” en Elche.
“Pasiones vivientes”, mencionó también, como la de Valmaseda (Vizcaya), Chinchón (Madrid), Castro Urdiales (Cantabria), Lerma (Burgos) o la Dansa de la mort en Vérges (Girona), mientras que en Andalucía citó “la tradicional y multitudinaria” madrugá de Sevilla, el Señor de Málaga, el paso del Cristo de los Gitanos en el Sacromonte de Granada, el Santo Encierro en Huelva, la salida de El Abuelo en Jaén, “la pasión y entrega de los cofrades y hermandades” de Cádiz, las calles de Córdoba “entre sus silencios” o los encuentros de las hermandades de Almería.
“Tantas y tantas celebraciones presentes en los distintos pueblos de España que hacen de la Semana Santa una genuina manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial español digno de la protección, catalogación y difusión por parte de los poderes públicos”, finalizó Ruano, quien obtuvo el apoyo de PP y Unió a una iniciativa, en la que abstuvo el PSOE, que pretende preservar una tradición popular que cuenta con “más de cuatro siglos de historia”.