El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Esteban González Pons, ha acusado a la vicepresidenta De la Vega de ponerse "de parte de los violentos antes que de un ex presidente del Gobierno", después de las declaraciones de la vicepresidenta, en referencia a los insultos que recibió el presidente Aznar ayer en Oviedo por parte de un grupo de estudiantes. Estos, han cuestionado hoy la libertad de expresión del ex presidente del Gobierno "demostrando –en opinión de González Pons- la verdadera naturaleza moral de su ideología, que por lo visto comparte la señora De la Vega".
"Lo que sufrió Aznar fue una agresión intolerante e intolerable que De la Vega debería haber condenado. Decir que la crisis económica se debe a que Aznar no deja que le griten es el colmo de la impostura. De la Vega tendría que dedicarse a intentar crear empleo más que a buscar a los culpables de su ineptitud", ha afirmado González Pons, para añadir que con intervenciones como esta "no le extraña que la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, no le pregunte la próxima semana en el Congreso y que al Grupo Popular hayan dejado de interesarle las cosas que dice".
A juicio del vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, la "sorprendente" actitud de De la Vega puede deberse a que en apenas una semana la vicepresidenta haya pasado de ser la "estrella" del Gobierno a la encargada de los trabajos que nadie quiere hacer. "Como ya no cuentan para vicepresidenta la van a usar para polémicas menores", ha añadido.
En este sentido, ha lamentado que el mejor presidente de la democracia tenga que pasar por estas vicisitudes. González Pons recuerda que José María Aznar ha sido el presidente de todos los españoles elegido democráticamente, incluida De la Vega y todos los miembros del Gobierno actual. Su Gobierno creó cinco millones de puestos de trabajo y trajo la mayor época de prosperidad en la historia de la democracia española.
"Si el día de mañana a Zapatero le pasa algo así, nosotros defenderemos al presidente del Gobierno, porque la intolerancia sólo es el caldo de cultivo de una sociedad totalitaria", ha finalizado González Pons.