El coste superó la dotación de 2.700 millones de euros prevista. Más de 300.000 personas todavía están en espera de recibir la ayuda por dependencia.
- Hay 225.000 grandes dependientes más de los que estimó el Gobierno socialista.
El Gobierno reformará el sistema para garantizar la viabilidad y la mejora de la atención de dependencia:
El Gobierno incentivará la atención profesional a dependientes para fomentar la generación de empleo y la calidad del servicio.
- Sanidad introducirá entre los criterios de prestación una ponderación que incentive la atención a los beneficiarios a través de servicios profesionales.
- Se primará la figura del cuidador profesional por encima de la del familiar, por lo que se reducirá la aportación que reciben estos últimos. - Se dejará de dar de alta en la Seguridad Social a los cuidadores familiares, pero se mantendrán a los que ya estaban.
Las personas que más lo necesitan tendrán garantizada la prestación del servicio sin coste alguno.
- Se simplificará el sistema de aportación en tres grados de dependencia y se tendrá en cuenta la renta y el patrimonio: pagará más el que más tiene.
- Las personas con rentas más bajas, por debajo de los 532 euros mensuales, no pagarán nada.
Se acabará con las desigualdades entre CCAA.
- Se fijarán unos criterios mínimos, tanto en solicitudes como en el reconocimiento del grado de dependencia: ante iguales circunstancias, iguales prestaciones.
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