A juicio de Gil Lázaro, el Gobierno "está obligado a agotar todos los recursos para que un sujeto como Cubillas responda ante la Justicia y para que el embajador de Venezuela no se crea que en España pueda hacer lo que le venga en gana".
Las declaraciones del etarra en Venezuela demuestran, según el diputado popular, "el irredentismo salvaje de quienes han hecho de la violencia y del crimen su única seña de identidad. Estos son a los que una sociedad democrática no les puede convertir en interlocutores de nada por más que Zapatero haya contemporizado con ellos en tiempo reciente o tenga quizá nuevas tentaciones de hacerlo".
"Su nauseabunda verborrea contra las víctimas del terrorismo le retrata como lo que es: pura bazofia. Tipos como este representan lo peor de la condición humana cuando se bestializa de forma repugnante y miserable", ha añadido.
Finalmente, Gil Lázaro ha señalado que resulta "indiscutible que la grandeza moral de las víctimas del terrorismo se hace aún mayor cuando un tipejo como Cubillas trata de vejarlas".