Fernández Díaz: “Todos los esfuerzos de solidaridad en inmigración deben ser coordinados”

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado hoy que, en relación con el drama humanitario de los refugiados en Europa, “al lado de la solidaridad y de la imagen que está dando España, hemos de ser responsables y todos esos esfuerzos generosos de acogida deben ser coordinados”.

Durante su intervención en la mesa Seguridad y solidaridad en una Europa sin fronteras, en el marco de la Escuela de Verano que el PP celebra desde ayer en Lloret de Mar (Girona), Fernández Díaz se ha referido a las distintas iniciativas de ayuntamientos y comunidades para solidarizarse con los refugiados, aunque ha señalado que la solidaridad siempre debe venir acompañada de una “integración adecuada”, porque “el último eslabón de la acogida siempre es la integración”.

Por ello, el Gobierno ha anunciado la creación de una Comisión Interministerial transversal entre los distintos departamentos que se reunirá el próximo lunes, así como la convocatoria inminente de una comisión sectorial de migraciones con las autonomías. Ambas citas, ha puntualizado el ministro, serán “fundamentales para que todas las iniciativas se canalicen de forma solidaria y responsable”.

EJEMPLO Y CAPACIDAD DE ACOGIDA

Jorge Fernández Díaz ha subrayado que “España es un país de integración y solidaridad”, con ejemplos como que el 10% de los ocupados en nuestro país son extranjeros o que estamos entre los diez países con más inmigrantes integrados.

“La capacidad de acogida, integración y la solidaridad española está demostrada con hechos”, ha apuntado el ministro de Interior, a la vez que ha destacado que en España no se hayan producido la emergencia de partidos xenófobos gracias al “carácter solidario y la capacidad de integración de la sociedad española”.

Con todo, el portavoz del Ejecutivo ha querido dejar claro que hay que diferenciar entre asilo e inmigración irregular: “Asilo es lo que estamos viendo estos días con personas que huyen de cuestiones como la guerra” y “esas personas tienen derecho a solicitar asilo y protección internacional tal y como establecen los convenios y los tratados que España tiene suscritos”. “Está en el ADN de la UE respetar derechos humanos y acoger a personas con necesidad de especial protección como son los refugiados”, ha resaltado. 

Así, y tal y como ha dicho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “España estará a la altura de las circunstancias y todas aquellas personas con derecho a asilo y dentro de los tratados internacionales, serán acogidas”, ha indicado Fernández Díaz.

REFERENTE INTERNACIONAL

Sin embargo, ha insistido el ministro, la inmigración irregular es un debate distinto y, en este debate, “España es un referente a nivel europeo de país que desarrolla una política en la lucha contra la inmigración irregular que es un modelo”. Jorge Fernández Díaz ha incidido en que España es frontera exterior de la Unión Europea y el único país con ciudades en el continente africano. “Nuestro país está desarrollando una política en la que España forma parte de la solución y no del problema”, ha apuntado.

Estas políticas incluyen importantes proyectos de cooperación con los países de origen de estos inmigrantes, como Mauritania, Marruecos o Senegal, además de “destacados recursos en la lucha contras las mafias”. Por todo ello, en opinión del ministro, en la fachada atlántica y en el mediterráneo “no se han producido situaciones como las que vemos ahora en el resto de Europa”.

APRENDER DEL PASADO

En cualquier caso, Jorge Fernández Díaz ha querido destacar que la respuesta frente a situaciones de emergencia como la de los refugiados debe servir como recordatorio de cómo y por qué se fundó la Unión Europea. El ministro del Interior ha repasado que, durante un siglo, el continente encadenó varias contiendas globales hasta que, después de la Segunda Guerra Mundial, se formalizó el germen de la actual UE con la fundación de la CECA.

“El signo de los tiempos y de la historia no es fruto del azar, responde a la necesidad de dar respuesta a lo que había sido la historia europea durante mucho tiempo”, una “historia de violencia y muerte”, ha manifestado el ministro antes de reclamar que se aprenda de los riesgos que el pasado nos ha enseñado: “Conviene tenerlo muy presente: una cosa es el patriotismo y otra el nacionalismo”.

“El patriotismo es una virtud” y “el nacionalismo se construye sobre la negación de los demás y del diferente, mientras el patriotismo reconoce sus valores al diferente pero ama su patria”, ha recalcado.