Economía Circular y Empleo

Este círculo vicioso puede ser cambiado; de hecho, ya está cambiando: desarrollando tecnologías que utilizan menos energía; rediseñando productos y procesos de fabricación para reducir el consumo de materias primas; dejando menos residuos y reciclándolos como materias primas para nuevos procesos. Y así nuestras empresas se están haciendo más competitivas internacionalmente. 

Esta es la economía circular, en que el crecimiento económico no va acompañado de un aumento proporcional en el consumo de recursos no renovables; al contrario, la mejora de condiciones de vida de nuestros ciudadanos se consigue al mismo tiempo que se protege el medioambiente.

Porque los ciudadanos quieren vivir en ciudades amables, con aire respirable y tráfico fluido; y disfrutar de los espacios naturales, que deben ser protegidos para solaz y aprovechamiento equilibrado de sus riquezas. 

La economía circular impulsa el desarrollo de negocios tradicionales, como la gestión y reciclado de residuos, que genera muchos empleos y crecerá a medida que avance el reciclado de residuos para su reincorporación a procesos productivos; o como la gestión del agua, desde su captación en los ríos, distribución doméstica y recuperación de las aguas residuales para su depuración y vertido al cauce en condiciones ecológicas.

También impulsa nuevos sectores industriales que reducirán la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, en alguno de los cuales España ya ha mostrado su potencial innovador y empresarial. 

La gran variedad de sectores y actividades que engloba la economía verde hace difícil su cuantificación, pero cálculos conservadores cifran en unos 450.000 los puestos de trabajo generados, muchos de ellos, altamente cualificados y en sectores de gran dinamismo. El Gobierno impulsa la economía circular con medidas legislativas y programas de apoyo a la inversión y la innovación. 

Federico Ramos de Armas

Secretario de Estado de Medio Ambiente