"Los diputados también representamos a esos españoles que cumplen condena en cárceles infrahumanas"

Hay una frase de Concepción Arenal que resume a la perfección el espíritu de la Proposición no de Ley (PNL) que, a iniciativa del Grupo Popular, aprobó por unanimidad el Congreso de los Diputados el pasado día 18 de Marzo: Odia el delito y compadece al delincuente.

2.184 presos españoles cumplen en este momento condena en el extranjero. Más del 80% de ellos, lo hacen por posesión ilícita de droga o tráfico de estupefacientes, y en torno al 60% de ellos, se encuentran encarcelados en prisiones extracomunitarias que responden a estándares penitenciarios muy alejados del español y, en ocasiones, cumplen condena con grave vulneración de la dignidad de la persona y de los Derechos Humanos más elementales, más básicos. No pocas veces, se trata de personas incautas que, ante determinadas angustias económicas, han cometido un error, han cometido un delito grave como el de narcotráfico, han sido condenados y deben cumplir condena por ello.

Pero una cosa es que deban cumplir una condena por el delito cometido y otra bien distinta es que el legislador permanezca indiferente ante situaciones lacerantes que están padeciendo compatriotas nuestros. Se trata no sólo de que cumplan sus penas en condiciones acordes a los Derechos Humanos más elementales, sino también de posibilitar una de las funciones elementales de las penas: la reinserción social. Y en las condiciones en que muchas veces están cumpliendo condena, la reinserción es imposible. Antes al contrario, cuando los derechos no están garantizados, se inician procesos de degradación, de corrupción, de humillación y de destrucción de la persona.

Los diputados también representamos a esos españoles que cumplen condena en cárceles infrahumanas. Somos sus representantes. Somos sus diputados. Y no podíamos quedar de brazos cruzados. Por eso, lo más urgente, era incorporar su realidad a la agenda parlamentaria, preocuparnos y ocuparnos de esas personas.

Lo que hicimos el pasado día 18 es solicitar del Gobierno y la Administración que incremente sus esfuerzos en esa materia. Y conste que no es que hasta la fecha los gobiernos de España, a través de sus cónsules y del Ministerio de Justicia, no se hayan ocupado de ellos. Todo lo contrario: probablemente seamos uno de los países que más se ocupa de sus presos en el exterior. Pero se trata de dar un paso más ante situaciones que no admiten demora: se trata de que se incremente la cooperación interministerial mediante la interconexión de las bases de datos para que las asistencias y repatriaciones se puedan ir priorizando en función de la gravedad de la situación de cada preso. Pero, además, la PNL contiene una solicitud al Gobierno para que se incrementen los medios de la ayuda consular, tanto para asistencia jurídica como para tratamientos médicos y farmacológicos; y para que se incremente también el número de convenios bilaterales de traslado de presos para el cumplimiento de condenas.

Sabemos que no es sino un paso más, y sabemos que todavía queda demasiado por hacer.

Esta es una PNL que, presentada por el Grupo Popular, no tiene más ideología que su carácter humanitario. Es una PNL que no tiene en su planteamiento interés partidista. Es una PNL concebida y redactada pensando exclusivamente en los dramas humanos de determinados presos, pensando en sus familias, pensando en su reinserción y también pensando en la dignidad de este Estado que tiene la obligación de hacer llegar sus garantías jurídicas y asistenciales hasta ellos y de velar por sus derechos penitenciarios.

Pedro Gómez de la Serna Villacieros
Diputado por Segovia y portavoz en la Comisión Constitucional