El mensaje es tan falaz, pobre y burdo que no puede quedar sin respuesta. La ignorancia, o la mala fe acreditadas de la Sra. Albiol, portavoz de Izquierda Unida, produce vergüenza ajena. Y no se entiende la presencia de alguna otra firma de la declaración.
Decir que a la Corona le falta legitimidad de origen por no haber sido votada, produciría sonrojo a aquellos comunistas que en el año 1978, dirigidos por Santiago Carrillo, contribuyeron a la Transición española con un gesto de responsabilidad histórica.
La reinstauración de la Monarquía Constitucional fue integrada en la Constitución española de 1978, sometida a referéndum nacional y refrendada por la inmensa mayoría de españoles con su voto.
La Ponencia constitucional que elaboró el proyecto de Constitución estaba integrada, entre otros, por el comunista Jordi Solé Tura, quien no comprendería, de seguir vivo, la degradación intelectual y el triste nivel al que ha llegado ese Grupo residual en que ha derivado IU, y que ahora se comprende que hasta Podemos rechace.
Respecto de la legitimidad de ejercicio, la Institución de la Corona goza del aprecio de la mayoría de los españoles, como reflejan permanentemente las encuestas.
El relevo en la Jefatura del Estado, realizado de forma impecable y acorde a las normas constitucionales, ha recibido el consenso general, que aprecia, en la figura del nuevo monarca, S.M. Felipe VI, la encarnación de la modernidad y el compromiso con los valores constitucionales de una Monarquía constitucional a la altura de la gran Nación que es España.