La portavoz de Interior del GPP, Ana Belén Vázquez, asegura que la urgencia del PSOE por tramitar la Ley Otegi de seguridad ciudadana se debe a su “necesidad de mantener a Sánchez en el poder en un momento de mayor soledad política por los casos de corrupción que le asolan”. “La seguridad de los españoles les importa un bledo porque ya solo les importa la del Uno”, denuncia
“Cuanta más corrupción en el Gobierno y más familiares y amigos del presidente imputados, más cesiones y más leyes en el BOE a Bildu. Han pasado de los presos por presupuestos a las leyes por corruptos”, advierte
Cree que esta norma responde a que “Otegi manda y el resto obedece” y que “el problema es que cuando el que manda no tiene vergüenza, los que lo obedecen pierden el respeto”. “Nos encontramos con un Gobierno en descomposición, tocado, hundido y hoy, con la ley Otegi, también humillado”, dice
Subraya que no existe “ninguna razón objetiva para derogar o modificar la ley de Ciudad Ciudadana” ya que el Gobierno de Sánchez la está utilizando con total normalidad. Según datos del Ministerio del Interior, el 65% de las sanciones fueron puestas por este Ejecutivo y” fue masivamente utilizada durante el Estado de Alarma, con más de dos millones de multas”
Critica que el ministro de Interior haya pasado de defender con ahínco la Ley de Seguridad Ciudadana en 2014 a decir ahora que reformarla es regeneración democrática. “Las líneas rojas de Marlaska duran tanto como su dignidad el día que colgó la toga y abrazó el sanchismo”, sentencia
Recuerda que el titular de Interior en 2022 defendió “que el material antidisturbios actual era proporcionado y que eliminarlo ponía en riesgo a policías y manifestantes”, y que hace tan solo un año afirmó que no iba a ceder ante Bildu
“Esta es la ley de la inseguridad, la del caos, la del odio a la policía, la de la seguridad arruinada y de la impunidad criminal”, denuncia al tiempo que señala que esta norma “pasará los grilletes de las manos de los delincuentes a las manos de los policías”
Destaca que, a diferencia de la reforma que se debate, que carece de los informes preceptivos, la Ley de Seguridad Ciudadana cuenta con el respaldo del “Consejo de Estado, el Tribunal constitucional, el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial, que fue defendida fervientemente por el magistrado Marlaska”
Recalca que la Ley Otegi dinamita el respeto a la autoridad, disminuye las sanciones “haciendo que los ciudadanos sientan que pueden desobedecer sin consecuencias”, produce un aumento de las agresiones a agentes y eliminará el uso de las pelotas de goma, “obligando a los agentes a enfrentarse al cuerpo a cuerpo”
Defiende que esta norma “es una farsa” ya que “mientras el Gobierno limita las identificaciones en la calle a la policía, establece un Gran Hermano en los hoteles o mientras van a prohibir el consumo de tabaco en las calles, bajan las sanciones por el consuma droga en las calles”