Álvarez de Toledo: “La única patria de Sánchez es Pedro Sánchez”

Celebramos que el TC haya admitido a trámite y elevado a Pleno el recurso del PP sobre las fórmulas de acatamiento escogidas por decenas diputados la pasada legislatura, cuando la sesión de constitución de las Cámaras se convirtió en un
aquelarre de inconstitucionalidad. No se puede jurar un cargo con una fórmula que invalida el propio juramento. No es una cuestión puramente formal, porque de aquí arranca la propia legitimidad y fortaleza de un sistema democrático.

Los crispadores y ultras son los que se permiten la insólita licencia de decidir quiénes son o no moderados o demócratas. Los que reparten carnés de demócratas. Es algo que hay que desmontar y denunciar.

Mañana pediremos la reprobación de Marlaska por tomar una decisión ilegal y cesar a un coronel de la Guardia Civil por cumplir la ley. Cuando eso ocurre, el que tiene un gravísimo problema es el ministro.

Nos preocupa gravemente el proceso de erosión de las instituciones por parte del Gobierno y sus socios. Todas las instituciones que sostienen nuestro sistema democrático se están viendo socavadas, agredidas y bajo asedio: Fiscalía General de Estado, Abogacía del Estado, CNI, CIS, RTVE. Y las FyCSE acosadas, en ocasiones vilipendiadas.

A estas se suma la Jefatura del Estado, el pilar de nuestro estado constitucional. El último episodio ha sido en Navarra, donde el PSOE y sus socios decidieron quitar un retrato del Rey emérito del Parlamento de Navarra por sus supuestas
actividades. La presunción de inocencia se ve que vale para algunos, no para otros. El PSOE se va sumando, unos días sí otros no, al asedio de la Corona de eso que yo llamo falsos republicanos, porque el Rey, como jefe del Estado de la
España democrática, encarna los tres grandes valores republicanos: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Con estos gestos el PSOE se hace una traición a sí mismo y a sus propios valores.

Las declaraciones del ministro Campo sobre la situación política cuando habló de una crisis constituyente son insólitas. Hasta ahora la expresión crisis constituyente la había utilizado Podemos, que parece ser el partido que marca la pauta
ideológica de este Gobierno. Y los enemigos declarados de la España constitucional, nacionalistas de distinto pelaje.

Esa presunta crisis constituyente no lo es, es una crisis ideológica y política de la izquierda española que está dispuesta absolutamente a todo con tal de seguir en el poder. Incluso erosionar, socavar el modelo constitucional español. Hemos
pedido la comparecencia del ministro de Justicia para aclarar esas declaraciones.

Alabo el informe final del fiscal Carballo contra el ex jefe de los Mossos Josep Luis Trapero. Se ajusta a la verdad fáctica que vivimos todos y deja en evidencia el estrambote postizo que ha introducido la Fiscalía General en el texto para favorecer al señor Trapero y evitar que entre en la cárcel.

Caso 8-M: Nosotros pedimos una Comisión de Investigación para investigar a fondo lo ocurrido: por qué, cuándo, cómo y dónde. No es una Comisión de evaluación para alabar al tándem Sánchez-Simón, que es lo que pretende el Gobierno, es una Comisión de Investigación para tratar de entender por qué España es el primer país del mundo en exceso de muerte.

En vez de eso, desde instancias gubernamentales se difunden camisetas con la imagen del presunto experto Simón. Yo me pregunto: ¿De qué se jactan? ¿qué es lo que celebran? Me parece una ofensa a los más de 43.000 españoles muertos, 16.000 de ellos volatilizados por el Gobierno. El balance de esta pandemia es devastador. Y eso invita a una reflexión, una petición de perdón y una investigación más profunda.

España aparece otra vez como un país diferente, es el viejo excepcionalismo español, el viejo pesimismo español. España fue modelo de reconciliación y ejemplo de modernización en la Transición y a lo largo de estos 40 años de apertura, reformas y responsabilidad. Reformas y responsabilidad son los dos grandes atributos que hay que poner en pie.

Sánchez apelaba este fin de semana al patriotismo y pedía al PP, en especial, patriotismo. ¿De verdad Pedro Sánchez se atreve a hablar de patriotismo? El que llegó a la Presidencia del Gobierno aupado por los que dieron un golpe de Estado contra la legalidad española en 2017, el que pacta derogar la reforma laboral con un partido que no condena el asesinato de 850 españoles, el que forma una coalición con un partido que dice que la Constitución es un candado que hay que romper, el que atropella la igualdad de los españoles y su libertad en una Mesa de negociación hablando de autodeterminación y amnistías.

De lejos, Sánchez es el presidente menos patriota que ha pasado por La Moncloa. La única patria del señor Sánchez es Pedro Sánchez. Lecciones de patriotismo al PP ninguna.

Seguiremos trabajando para un verdadero patriotismo de la responsabilidad. Llamamos a los españoles a un patriotismo de la responsabilidad basado en la verdad y el reformismo de la Transición y en una absoluta convicción de la fortaleza y capacidad de España para estar entre las mejores y más modernas democracias del mundo.

La yenka socialista es habitual: me mantengo distante entre la democracia y sus agresores, entre la libertad y la servidumbre, entre la igualdad y la discriminación. No existe un punto medio entre la Constitución y el modelo de deflagración de
nuestras libertades y nuestro orden constitucional que promueven los socios del Gobierno.

Felicito a EEUU por la detención del testaferro del tirano narcodictador Nicolás Maduro, un señor que ha hecho negocio con el hambre de los venezolanos. Zapatero debe tomar nota y tiene explicaciones detalladas que dar. Su embajador Morodo recibió más de 30 millones de euros del régimen de Maduro, desvió millones de ese dinero a arcas chavistas, y al margen de ese caso hay vinculaciones que van más allá del caso Morodo. Aparte de convertirse en una deshonra como expresidente, va a tener que dar profundas explicaciones.