Adolfo Suárez propone una Ley de la Concordia que convoque a esa mejor España que quiera trabajar en paz y en libertad

Durante su intervención en la Convención del PP

El presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez, durante su intervención en la Convención Nacional
El presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez, durante su intervención en la Convención Nacional

Apuesta por la creación de un Centro Memorial de la Transición que albergue archivos y tenga una acción divulgativa

El presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez Illana, ha reivindicado hoy la “Constitución de la Concordia” que los españoles aprobaron hace justamente 40 años “como integradora, que olvidaba el rencor y dejaba atrás el odio y el enfrentamiento de una nación dividida en dos fracciones”. “Cuando todos renunciamos a ganar, acabamos ganando todos”, ha enfatizado para comparar el espíritu de esos años con los momentos convulsos que se están viviendo estos meses con el quebranto de la ley en Cataluña o las manifestaciones a las puertas del Parlamento de Andalucía “simplemente porque se producía algo tan razonable en democracia como es la alternancia política”.

En este contexto, ha anunciado precisamente que su Fundación va a trasladar en los próximos días al Grupo Parlamentario Popular un borrador de proposición de ley de la Concordia que convoque a la mejor España que quiere trabajar y convivir en paz y libertad, y que sustituya a la actual Ley de Memoria Histórica “que ha servido como instrumento permanente de división, de reapertura de las heridas, de dignificación de uno de los bandos y criminalización del otro”.

“Sinceramente, debo reclamar hoy aquí que a través de la Concordia no se puede deslegitimar a ninguno de los dos bandos, hoy ya anacrónicos”, ha señalado durante su intervención en la Convención Nacional del PP, donde Suárez Illana trasladó su particular homenaje a la Constitución, de la que su padre fue uno de los grandes artífices. Así, ha señalado que frente a la renuncia que hicieron los españoles para acabar ganando todos, “hoy vivimos una etapa convulsa en la que muchos están jugando al odio, sin haber conocido ni vivido el odio”.

La proposición de ley que se llevará en las próximas semanas al Congreso será, a juicio de Suárez Illana, el instrumento que “nos sirva para cerrar las heridas del pasado, para ayudar a las víctimas de uno y otro bando a restañar y resolver, en la medida de las capacidades que tenemos hoy, sus problemas”.

UNA LEY QUE CONCITE EL ACUERDO

De esa ley, ha apuntado, saldrá un Centro Memorial de la Transición que, constituido en una Fundación, pueda canalizar todas las necesidades, peticiones y anhelos tanto de las personas como de las asociaciones que se sientan víctimas. “Una Ley que concite el acuerdo a la hora de nombrar calles, cuidar los vestigios de la guerra, que no sirvan para enfrentarnos más, si no que sirvan como referentes de hechos históricos que, por desgracia, ocurrieron en nuestro país”, ha añadido.

En su opinión, este Centro debería servir para albergar archivos y tener una acción divulgativa sobre los valores de la Transición democrática, de la Constitución española de la Concordia, de la España como Estado social y democrático de Derecho bajo la forma de una Monarquía parlamentaria”, así como de “la riqueza que ha supuesto el Estado de las Autonomías”. “Si la Concordia fue posible—ha subrayado--no podemos pensar que sea imposible hacerla renacer. Nada está definitivamente perdido, nada está definitivamente ganado”.

PP, CASA COMÚN DEL CENTRO DERECHA

Durante su intervención, Suárez Illana se ha referido al PP como la “casa común del centro derecha”, donde pueden tener “refugio” los españoles moderados”. “Hoy la socialdemocracia española está huérfana, la izquierda se ha radicalizado, y toda esa gente moderada que no piensa exactamente igual que nosotros, que no tiene las mismas creencias que nosotros, sí puede tener un refugio en esta casa, con la plena seguridad de que, en la discrepancia ideológica, no traicionaremos los valores comunes en los que nos fundamentamos como nación, que no son otros que los que recoge la Constitución de la Concordia”, ha concluido.