#1AñoAFavor

Durante este año Rajoy y su gobierno ha sido trabajando diariamente para seguir con la senda de crecimiento económico y creación de empleo que ya se inició en la anterior legislatura. Como muestra de ello, 2016 cerraba con un crecimiento económico del 3,2%, encadenando tres años consecutivos creciendo tras un periodo negativo de cinco años.

Y en el empleo continuamos con nuestro objetivo de conseguir 20 millones de personas trabajando para el año 2020. Los datos que arrojan la última EPA son muy positivos: el empleo ha crecido en 521.700 personas en el último año y se superan los 19 millones de ocupados por primera vez en ocho años. Además, el número de desempleados se redujo hasta los 3.731.700 personas, y la tasa de paro al 16,38%. Sin duda alguna, unos datos muy positivos que nos sirven como acicate para seguir trabajando para que todas las personas que no tengan un empleo en la actualidad lo encuentren lo antes posible.

Que España está saliendo de la crisis es una realidad. Así lo expresan diversos indicadores:

-          Las exportaciones: España es el tercer país de la eurozona en crecimiento de exportaciones en 2017. Seguimos batiendo récord por encima de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.

-          Inversión productiva en España: alcanzó los 23.000 millones de euros en términos brutos en 2016, lo que consolida la tendencia de recuperación que empezó en 2013.

-          La prima de riesgo se ha moderado hasta alcanzar niveles previos del inicio de la crisis.

-          Las expectativas respecto a la situación económica general y el empleo han mejorado, y la confianza del consumidor se sitúa en máximos históricos.

-          El turismo sigue creciendo en nuestro país año tras año: durante los 9 primeros meses de este año nos han visitado 66.1 millones de personas, un 10.1% más que en 2016. Somos la tercera potencia mundial con expectativas de ser los primeros al finalizar este año

PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO 2017.

Uno de los principales retos que afrontaba el gobierno de Mariano Rajoy era la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017. La aprobación de los PGE han supuesto un signo de la capacidad de acuerdo del Gobierno, fruto del resultado de un amplio acuerdo y consenso acordado a todos los niveles:

-          Político, con el apoyo de 7 partidos políticos representados en el Congreso.

-          Administrativo, consensuados con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.

-          Social, con un amplio acuerdo con los sindicatos mayoritarios de la función pública.

Los Presupuestos de este año han supuesto la consolidación del crecimiento económico y la creación de empleo, manteniendo el foco en el gasto social: más de 300.000 millones de euros que permiten que nadie se quede fuera de la recuperación, renovando programas como la ayuda a parados de larga duración, el fomento de la inserción o la estabilidad laboral.

Asimismo, han permitido modernizar y racionalizar el funcionamiento de las Administraciones Públicas, mejorando el empleo público con una nueva subida de los salarios de los funcionarios públicos en un 1%. Pero ahí no queda la cosa:

-          Proponemos una reducción de la interinidad con un plan en 3 años, entre 2017 y 2020, para reducirla al 8% en sanidad, justicia y educación no universitaria.

-          Además, para este año se ha creado una oferta de empleo público para este año, con 67.000 plazas a cubrir en las diferentes administraciones.

Los Presupuestos de 2017 también son realistas, que cumplen con nuestros compromisos de reducción del déficit. Para este año se prevé cerrarlo en un 3,1%, muy próximo al 3% necesario para salir del Procedimiento de Déficit Excesivo en el que entramos en 2009 con Zapatero.

En resumen, los Presupuestos de este año son más beneficiosos en términos económicos y sociales que los de 2016. El Partido Popular siempre está por el crecimiento y la creación de empleo, mientras que otros grupos políticos están más pendientes de la inestabilidad y el ruido mediático.

UN GOBIERNO DE DIÁLOGO Y DE CONSENSO.

Si algo ha caracterizado este año de legislatura es por la capacidad de Mariano Rajoy y de su Gobierno de llegar a acuerdos y consensos en todos los ámbitos. Porque lo más importante para nosotros es el bienestar y el progreso de España y de los españoles.

Fruto de ese diálogo y consenso, se han conseguido dos grandes pactos para esta legislatura, como son el Pacto por la Educación y el Pacto contra la Violencia de Género.

Asimismo, se ha fomentado el diálogo social, produciéndose encuentros entre Gobierno, organizaciones empresariales y centrales sindicales que han propiciado medidas legislativas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional del 8% hasta 707,70 euros, y se ha activado el “Pacto de Toledo” para iniciar un proceso de diálogo institucional acerca de la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

De otro lado, se ha promovido acuerdos con las Comunidades Autónomas y los partidos de la oposición sobre el programa de garantía juvenil, que fomenta la activación del empleo juvenil, y medidas legislativas pactadas con otros partidos como el “bono social eléctrico” para los consumidores más vulnerables,  la ley integral de apoyo a los autónomos, o la mejora de la protección de deudores hipotecarios.

CATALUÑA: UN DESAFÍO A LA UNIDAD TERRITORIAL.

Si algo ha marcado este año de legislatura ha sido el desafío independentista que el gobierno de la Generalitat, el cual estaba presidido por Puigdemont, ha planteado a todo el Estado español.

El proceso soberanista ha pretendido amenazar la unidad política y territorial de España pero lo que de momento se ha limitado a conseguir es una división política empobrecedora en la misma Cataluña. Los independentistas planteaban el desbordamiento del marco constitucional para forzar un referéndum de autodeterminación, pero el gobierno de Mariano Rajoy se ha mantenido firme en su defensa de la unidad y soberanía nacional, y de la igualdad de todos los españoles residan donde residan.

Mariano Rajoy y su gobierno siempre ha estado dispuesto al diálogo y al entendimiento con los separatistas en Cataluña; ello sí con unos límites: ha ido trazando con claridad un deslinde entre lo que considera materias negociables con el gobierno autonómico catalán (inversiones, modelo de financiación, asuntos sectoriales), y lo que forma parte de los fundamentos intangibles del ordenamiento constitucional, lo que sólo es disponible para el sujeto constituyente, el pueblo español en su conjunto (unidad y soberanía nacionales, igualdad de derechos entre españoles y principio de legalidad) que son, además, los valores inspiradores de su política en Cataluña y en toda España.

Ante la negativa del Govern de la Generalitat al diálogo y a su continuación con el órdago al Estado español, el gobierno ha ido actuando con mesura, pero con contundencia, a cada uno de los ataques que han ido realizando hasta que, finalmente, y tras la declaración unilateral de independencia que aprobaron en el Parlament, el gobierno de la Nación puso en marcha todos los mecanismos necesarios para la aprobación de diversas medidas al amparo del artículo 155 de la Constitución.

Con la aplicación del artículo 155 se pretenden cuatro objetivos básicos:

1. Volver a la legalidad.
2. Recuperar la normalidad y la convivencia, que se ha deteriorado mucho en Cataluña.
3. Continuar con la recuperación económica y con el empleo.
4. Celebrar unas elecciones autonómicas el 21 de diciembre.

El gobierno puede hablar con cualquiera y de cualquier materia que supongan un beneficio para los españoles en su conjunto, pero lo que no va a permitir nunca es que intente liquidar, ni la soberanía y unidad nacional, las cuales residen en el conjunto del pueblo español , ni de la igualdad de todos los españoles residan donde residan.