Durante la comparecencia de Rodrigo Rato en la Comisión de Economía, la parlamentaria popular defendió el ejercicio de responsabilidad realizado por su Grupo de apoyar la celebración "en el momento oportuno" de comparecencias que afectan al sistema financiero y a ciudadanos "con nombres y apellidos", e incidió en que lo importante es "saber lo que pasó, no la generación de titulares".
La portavoz adjunta de Economía del Grupo Popular, Irene Garrido, manifestó hoy su convicción de que “saber la verdad, con total transparencia y sin restricciones, contribuirá al esclarecimiento de las actuaciones de gestores, supervisores y reguladores y permitirá que los errores cometidos no se vuelvan a repetir”, dos extremos imprescindibles, subrayó, para la “urgente recuperación de la credibilidad en
“Los que adivinan el pasado crecen como los hongos, pero lo difícil es tomar decisiones en un ámbito de incertidumbre futura”, dijo Garrido para a continuación dirigir a Rato sus preguntas sobre el periodo en el que éste estuvo vinculado a Caja Madrid, BFA y Bankia.
Así, Garrido quiso saber si, en el momento de constituirse BFA, las cuentas anuales de las siete cajas fusionadas reflejaban la imagen fiel contable de su estado patrimonial, y si hubo presiones para que aceptase incluir a Caja Madrid en BFA-Bankia.
Sobre las preferentes, Garrido quiso saber, pese a que “en el periodo en el que Rato fue responsable no se llegaron a emitir preferentes pero sí se encontró con este problema a su llegada”, qué medidas se adoptaron para resolver un problema que afectó a 92.000 personas y que supuso un total de 3.000 millones en emisiones durante 2009.
Al respecto de la salida a Bolsa, después de que “se haya puesto en entredicho”, la diputada popular subrayó que Bankia no cumplía ninguna de las dos condiciones que contemplaba el Real Decreto de 18/02/2011 sobre capital distribuido y coeficiente de financiación mayorista, por lo que preguntó por los motivos que llevaron a Bankia a salir a bolsa, y si hubo presiones de la CNMV, del MINECO y de Hacienda.
De igual modo, quiso saber si falló el proceso de seguimiento continuado al que estuvo sometido Bankia junto con otras 16 entidades más por el Banco de España -tal y como refleja la Memoria de la Supervisión Bancaria de 2011-, puesto que, como recordó, “existió de forma permanente un equipo de expertos e inspectores del Banco de España que tuvieron acceso, sin restricciones, a la totalidad de la información de la entidad”. “¿Opina que se fue a la OPS con unas cuentas que reflejaban la imagen fiel contable de la entidad?”, le inquirió.
Por último, Garrido quiso ahondar en la formulación y posterior reformulación de las cuentas de 2011 y, a este respecto, quiso saber qué ocurrió entre el 28 de marzo -con 306 millones de beneficio-, y el 25 de mayo -3.030 de pérdidas-, para que se obligase a una reformulación de dichas cuentas anuales. “¿Cuál fue el papel de Deloitte en la formulación y reformulación?; ¿Hubo circunstancias excepcionales que justificaban esa modificación o tenemos que pensar que se reformularon porque las del 28 de marzo no reflejaban la imagen fiel de la entidad”, finalizó.