Pedro Sánchez sigue dando aire a Maduro en Venezuela

Mientras Argentina, Chile, Perú, Colombia, Brasil, Canadá, EEUU, el Reino Unido y muchos otros países se ponían del lado de la libertad, el Gobierno de Sánchez no quería dar el único paso decente: decir basta ya a la dictadura comunista de Maduro. España debería liderar la acción internacional para dar salida a la dictadura y acudir en ayuda humanitaria a un pueblo sometido a la miseria que provoca el socialismo real: hambre, enfermedades y ruina. Sin embargo, el Gobierno de España sigue sin reconocer a Guaidó como presidente, y da la espalda al consenso internacional. Sigue dando cuerda a la dictadura, en lugar de ponerse a la cabeza de los que piden la democracia, como EEUU, Canadá, Brasil, Colombia, Ecuador, Argentina, el Reino Unido y la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros. 

 

El Gobierno Español sigue viendo a Maduro como su interlocutor en Venezuela. La estrategia de Maduro, y antes de Chávez, siempre fue la misma: alargar el conflicto hasta que la  gente se canse y se vuelva a casa. Hoy Sánchez, seguramente de acuerdo con Zapatero, vuelve a ser el mejor aliado de la tiranía comunista de Venezuela, dando a la dictadura el tiempo que  necesita para aumentar la represión y tratar de ahogar el movimiento democrático. Sánchez quiere poner a restaurar la democracia en Venezuela a su principal enemigo. Pidiendo a Maduro que convoque elecciones, confía la democracia en manos del que ya ha dado muestras  reiteradas de ignorarla, convocando elecciones fraudulentas que han sido rechazadas por la comunidad internacional. 

 

El PP lleva reclamando la libertad de los venezolanos desde el principio mismo de la dictadura. En todos nuestros congresos y convenciones siempre hemos estado con el pueblo de Venezuela. Así fue en la Convención del pasado fin de semana, y el día mismo en que comenzaron las protestas, con Pablo Casado en la Puerta del Sol con miles de exiliados y de españoles. Defender la democracia en Venezuela no pasa por equidistancias entre los demócratas y sus  enemigos. Sólo es posible defender la democracia reconociendo a Juan Guaidó como Presidente  interino, sin tacticismos, ni ambigüedades, como ha pedido desde el principio Pablo Casado, y como el Parlamento Europeo votará el próximo jueves, a iniciativa del Grupo Parlamentario  Popular en el Parlamento Europeo.